by
11:52 a.m.
1 comentarios
actualidad
empleo
empresas
entrevista
organización
profesional
Tips
TIPsWAO
Teniendo en cuenta que para cada oferta de trabajo hay cientos de candidatos con CV sobresalientes, la única manera de acceder a un puesto es lograr convencer al entrevistador de que eres la persona adecuada. Pero esto no es sencillo. Los responsables de seleccionar al personal saben que el mercado de trabajo está hipersaturado y cada vez son más exigentes en las entrevistas, por lo que cualquier error, por pequeño que sea, puede ser fatal.
La parte buena de todo esto es que en los departamentos de recursos humanos casi todo el mundo está entrenado de la misma forma, por lo que no es difícil saber qué les molesta. Hay ciertas cosas que los entrevistadores no van a tolerar, y conocerlas es el primer paso para terminar una entrevista de forma satisfactoria. Estos son los errores más comunes que se comenten en las entrevistas de trabajo.
Errores frecuentes en una entrevista de trabajo:
#1 Ilusionarte en exceso
Esta la pongo por las preguntas e historias que recibo casi a diario de todos vosotr@s. Llegar a una entrevista de trabajo es difícil, pero superarla es todo un reto de preparación y solvencia contigo mismo. Un error muy común, desde mi punto de vista, es que hay personas que se ilusionan en exceso, y eso puede llevarles a un exceso de confianza que haga crecer los errores que vas a ver a continuación.
#2 Llegar sin los deberes hechos
No haber buscado toda la información posible sobre la compañía y sobre el puesto es otro de losgraves errores. Si de verdad quieres conseguir un trabajo debes preparar la entrevista como si se tratara del último examen de tu vida –y probablemente lo será, hasta que cierre la empresa, te echen o te marches a otro lado–.
En primer lugar tienes que saber bien a qué puesto estás optando y cómo es la empresa que te va a hacer la entrevista. Esto parece baladí, pero lo cierto es que mucha gente acude a los procesos de selección sin saber muy bien donde se está metiendo. Para prepararse correctamente una entrevista de trabajo hay que investigar lo máximo posible sobre la empresa a la que se acude. No está de más saber quiénes son sus accionistas, qué perfil ideológico tienen los dirigentes, cuántos empleados tiene, si el negocio va bien o mal, la reputación que tiene en el sector… Cualquier información puede ser útil en el transcurso de la entrevista, y los responsables de recursos humanos valorarán positivamente a aquellos candidatos que se hayan preocupado por conocer la empresa.
Gran parte de esta información podrás encontrarla en Internet, pero mucha otra no, por lo que no es mala idea buscar algún contacto en la empresa con el que podamos hablar antes de enfrentarnos a la entrevista. Con un poco de suerte incluso puede que conozca al entrevistador y pueda darnos alguna pista que nos sea útil.
Nunca acudas a la cita con el entrevistador sin haberte informado previamente acerca de la persona con la que te vas a encontrar. Tampoco debes presentarte en una empresa sin haber recopilado información sobre la misma y las últimas noticias publicadas en prensa.
#3 Llegar tarde
Aunque parezca increíble, es un error tan habitual que merece un punto aparte. Antes de ir a una entrevista de trabajo debemos saber perfectamente dónde va a tener lugar y cuánto vamos a tardar en llegar allí. Lo mejor, claro está, es que vayamos con tiempo de sobra, aunque tengamos que estar dando vueltas a la manzana hasta que llegue la hora acordada.
No llegar en hora a la entrevista de trabajo significará perder unos puntos muy positivos frente al entrevistador y empezar con muy mal pie el proceso.
#4 Descuidar la imagen, el vocabulario y las expresiones
Y no me refiero a que no lleves ropa de marca o que tu corbata no esté a la última moda. Lo importante en cuestiones de vestimenta: vestirse acorde con la posición y con la cultura de la empresa. La apariencia, por mucho que lo nieguen los responsables de recursos humanos, sigue siendo un aspecto que se tiene muy en cuenta en las entrevistas de trabajo y uno de los puntos donde más errores se comenten. Para elegir el atuendo adecuado con el que debemos presentarnos en una entrevista debemos saber antes cómo van vestidos los empleados de la empresa.
"Se debe evitar utilizar un vocabulario vulgar o expresiones demasiado coloquiales"
El traje es necesario en empresas donde todo el mundo lo lleva, pero si acudimos a una entrevista en traje cuando nadie en la empresa lo usa, la impresión que vamos a causar puede ser un poco extraña. Lo mejor, en cualquier caso, es no llamar la atención con la ropa que llevas –a no ser que estés optando a un puesto en alguna empresa relacionada con la moda–. No es recomendable usar perfumes fuertes, gafas de sol, ni modelos extravagantes. Cualquier cosa que pueda sorprender al entrevistador podría distraerle de lo que verdaderamente importa, que son tus habilidades para afrontar el trabajo.
#5 Decir lo que crees que el entrevistador quiere oír
Los entrevistadores valoran positivamente la sinceridad del entrevistado y, como dice el refrán, se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Tratar de decir lo que pensamos que quiere escuchar quién nos hace la entrevista no sirve de nada, pues nos hará perder naturalidad, que es uno de los aspectos que, precisamente, más se tienen en cuenta. Si sonamos forzados estaremos perdiendo puntos.
Lo mejor para evitar este error es acudir a las entrevistas viéndolas más como un encuentro entre profesionales que como un paso ineludible para que te den un trabajo. No es sencillo, pero se trata de una buena técnica que, además, puede evitarte numerosos malentendidos. Si en el transcurso de una entrevista te das cuenta de que el puesto no es como creías, que la empresa tiene unos horarios imposibles, que el sueldo no es nada del otro mundo… ¿Realmente quieres optar por el puesto? Tal y como están las cosas, quizás sí, pero desde luego no es lo ideal. Y si mientes, lo van a notar y va a ser peor.
#6 Asumir que el entrevistador es el que manda
Al acudir a una entrevista es habitual sentirse en una posición de autoridad inferior a la del entrevistador. Es algo normal, teniendo en cuenta que la mayoría de entrevistadores tratan de mostrar más autoridad de la que tienen. Pero… ¿Realmente está el entrevistador en una situación más cómoda? Lo cierto es que, en muchas ocasiones, no lo está. Tú necesitas un trabajo, pero él/ella tiene mucha presión para contratar a las personas adecuadas. Contratar a un inútil o, peor aún, a alguien que mine la confianza del equipo, puede costarle la cabeza a un responsable de recursos humanos. Visto así, no parece que esté en mejores condiciones.
Volviendo al consejo del anterior punto, es mejor pensar en las entrevistas de trabajo como si fueran reuniones profesionales, donde cada uno está haciéndolo lo mejor que puede. Esto liberará muchas tensiones y te hará sentir que estás tratando con alguien en igualdad de condiciones.
#7 Exagerar en tu formación o experiencia
Este es un error previo a la entrevista, que se comete en la elaboración del currículum vítae, pero que sale a relucir siempre en ésta. Es, quizás, el peor de los fallos que se pueden cometer e, inexplicablemente, el más habitual. Lo primero que hace un responsable de recursos humanos es comprobar que lo que se dice en el CV es cierto.
Mentir solo sirve para que el entrevistador se lleve la peor de las impresiones. Sin embargo, si uno es sincero en el currículo, puede llegar a sorprender de forma muy positiva a la persona que hace la entrevista que, casi por defecto profesional, se espera que el CV esté sobredimensionado y exagerado. En definitiva, eso de poner “nivel de inglés alto” y no saber mantener una conversación no cuela. Y lo normal es que te pillen.
#8 Dejar que el entrevistador haga todas las preguntas
Aunque el entrevistador es quien, obviamente, va a dirigir la entrevista, es un error dejar que sea él el que haga todas las preguntas. Al fin y al cabo, lo que está en juego es un contrato, un acuerdo entre dos partes, por lo que el candidato también tiene preguntas que hacer: ¿cuáles son las condiciones? ¿Qué responsabilidades concretas tiene el puesto? ¿Es necesario viajar? ¿El horario es fijo o podría cambiar en el tiempo? Plantear este tipo de cuestiones no resulta una intromisión, sino algo legítimo que el entrevistador va a valorar positivamente, en la medida en que va a ver un interés y una motivación genuina por el puesto.
Saber hacer las preguntas adecuadas nos proporciona dos ventajas:
Por un lado estaremos causando una buena impresión
Por otro obtendremos respuestas que nos harán valorar adecuadamente el puesto al que optamos
No hacer una sola pregunta en toda la entrevista, sobre todo si, tras finalizarla, como es habitual, el entrevistador dice “¿Tienes alguna pregunta?” es un error gigantesco que no se debe pasar por alto.
#9 Interrumpir al interlocutor
Espera el momento para intervenir, deja que el consultor formule las preguntas y tómate tu tiempo antes de contestar, evita cometer el error de precipitarte. Recuerda que deberías haber preparado la entrevista y tener un cierto “guión y discurso” para resultar estructurado y coherente.
"Preguntar por la hora durante la entrevista es un método infalible para que no te contraten"
En el medio está la virtud. No conviene hablar poco, pero tampoco es bueno hablar demasiado. Una clave es saber escuchar e ir ofreciendo poco a poco datos de tu trayectoria profesional.
#10 Alargar demasiado las respuestas
Tus respuestas han de durar más de 20 segundos y menos de 2 minutos. No hace falta llevar un cronómetro para ser consciente de eso. Evita los monosílabos. No divagues a la hora de responder a las preguntas de tu entrevistador. Debes haber preparado la entrevista y saber resumir los principales hitos de tu trayectoria de manera estructurada. No evites entrar en los detalles “comprometidos” de tu trayectoria; si has sido despedido de tu antigua empresa debes comentarlo y explicar las razones que llevaron a la finalización de tu contrato (no eres el primero, ni serás el último a quien le ha sucedido).
#11 Hablar mal del antiguo puesto, empresa, compañeros o jefe
En una entrevista es inevitable responder a preguntas sobre tus pasadas ocupaciones laborales, pero nunca, bajo ningún concepto, debes cometer el error de hablar mal de tus antiguos jefes. Pese a que te hayan hecho la vida imposible criticarles es siempre una mala idea, pues el entrevistador puede pensar –aunque no tenga razón– que quizás la culpa es tuya y puedes ser causa de problemas. Esto no quiere decir que no puedas hablar de cosas que no te gustaban de tus anteriores puestos de trabajo, pero solo si está justificado en la conversación y, en ningún caso, si incluyen críticas a tus antiguos jefes.
Nota: Si hablas mal de alguien, debes dar motivos razonados, evitar los descalificativos y excusas. No hay que mostrarse como un trabajador conflictivo.
#12 Falsear u ocultar información sobre tu vida personal
Genera desconfianza en el consultor o entrevistador es un error que puede suponer el final de tu participación en el proceso en cuestión. Un buen consultor sabrá detectar incoherencias en la vida profesional de un candidato. Adicionalmente el proceso de toma de referencias revelará cualquier omisión de información. No olvides que la confianza es la base de la empatía con un consultor de selección. Seguramente vuestra relación puede durar años y podrá influir en diferentes momentos de tu carrera profesional, así que es mejor basar dicha relación en la confianza.
Crear una imagen que no encaja con lo que realmente eres, puede llegar a despistarte también con respecto a lo que quieres llegar a ser. Es mejor apostar por expresar en el currículo y durante la entrevista de trabajo quiénes somos, cuáles son nuestras cualidades más destacadas y a qué estamos dispuestos a renunciar para ponerlas en marcha –en función de nuestras circunstancias personales–, que tratar de ajustar agrandando o rebajando nuestra experiencia, formación, conocimientos y habilidades a los requisitos que creemos que se están buscando.
#13 Pasar por al alto faltas de respeto
Todos conocemos a alguien que, tras salir muy decepcionado de una entrevista, acepta el trabajo pensando que su percepción podía ser incorrecta. La realidad, por desgracia, es que en la mayoría de ocasiones si la entrevista nos ha trasmitido malas vibraciones el trabajo será aún peor y lo dejaremos a la primera de cambio.
Por nuestro bien, y por el del resto de trabajadores, no debemos tolerar que se hagan preguntas ilegales en las entrevistas -¿planeas quedarte embaraza? ¿Eres de derechas o de izquierdas? ¿Qué religión prácticas?–, que nos traten sin respeto o se nieguen a contestar preguntas esenciales sobre el puesto de trabajo. Pasar por el aro en este tipo de cosas solo puede costarnos un disgusto. Por mucho que necesites el empleo, lo mejor en estos casos es abandonar la entrevista.
#14 Acudir a la entrevista con familiares o amigos
Se trata de una reunión personal. Es lo que se conoce como padres helicóptero, que intervienen excesivamente en los procesos de selección de sus hijos, inquiriendo a los entrevistadores o pidiendo explicaciones a los empleadores son una influencia perjudicial para los candidatos. Las compañías ven en este tipo de “ayuda” innecesaria una falta de madurez o independencia de aquellos que buscan trabajo.
#15 Mostrar escasa sinceridad, confianza y actitud
En el momento de iniciar la entrevista, el candidato debe mostrarse sincero, amable y con seguridad en sí mismo. La confianza es una parte fundamental. Si alguien no confía en uno mismo, nadie más lo hará; los encargados de recursos humanos persiguen detectar este tipo de fortalezas y debilidades.
No se debe caer en el extremo de adoptar un comportamiento arrogante. Conviene que durante la charla con el entrevistador, el candidato se muestre humilde, pero confiado. Debe aguardar a que el entrevistador lleve la iniciativa, dejarle que sea él quien dé la mano en primer lugar y en ofrecer asiento, así como mantener una actitud e interés constantes en todo momento y llevar a cabo las preguntas pertinentes cuando sea conveniente.
#16 No adaptar el perfil al puesto requerido
Deben potenciarse las habilidades y aptitudes que mejor se adapten al puesto específico para el que se opta. Para ello habrá que conocer la empresa, el puesto y las tareas que se realizarán. Se trata de identificar lo que espera la empresa para el nuevo puesto y adaptarse a ese perfil para ser el candidato idóneo. Por muy completo que sea un CV o un candidato, si no se amolda a las características y necesidades concretas de la oferta, será muy difícil que consiga el puesto.
#17 No apagar o silenciar el móvil
El móvil, nuestro amigo inseparable. Apaga o silencia el móvil antes de entrar a la entrevista. Son muchos los casos de solicitantes que reciben llamadas o mensajes durante la entrevista. Y aunque no te lo creas, muchos de ellos incluso contestan estando en medio de la entrevista. Probablemente, ya lo has adivinado. Una simple de llamada mientras te entrevistas y tus oportunidades de conseguir el trabajo se reducirán a cero.
#18 Hablar sobre temas de sueldo, vacaciones o beneficios
Es un tema fundamental, pero el candidato no debe reflejar inquietud por ello, o concederle la única o máxima importancia. Inquirir desde el primer momento por el sueldo, las vacaciones o los beneficios que se esperan obtener es un error que no debe cometerse.
"No se debe gesticular en exceso o cruzar los brazos, apoyarse sobre la mesa o reclinarse demasiado en el respaldo de la silla"
El momento de hablar sobre ello, si se desconocen las condiciones antes, ha de iniciarlo el entrevistador. O bien cuando ofrezca la posibilidad de plantear alguna duda, al final de la entrevista. Pero hay que ser consciente de que, según la política de algunas empresas, es posible que no traten este tema en la primera prueba.
#19 Obviar la gestualidad
No solo debe cuidarse la expresión verbal. Los responsables de los procesos de selección buscarán obtener la máxima información posible del candidato y una de las principales fuentes de información es la comunicación gestual.
Gracias a ellas, los profesionales obtienen una gran cantidad de aptitudes y actitudes del candidato. Entre las recomendaciones destacan: reflejar seguridad en uno mismo, evitar gesticular en exceso o cruzar los brazos, apoyarse sobre la mesa o reclinarse demasiado en el respaldo de la silla y los gestos que demuestren fragilidad o confusión.
#20 Irte sin dar las gracias
Pocas personas utilizan la potente arma de “dar las gracias”. Terminas la entrevista, te vas a casa, y a esperar a que suene el teléfono. ¿Por qué no te sientas y escribes una nota de agradecimiento? Puede ser un email o una nota escrita a mano. El detalle, siempre y cuando sea sincero, puede incrementar tus probabilidades de éxito.
En cuanto al blog Buscar trabajo en Colombia
ResponderBorrarespero que vayamos aprendiendo de más aspectos importantes como los trabajos.